Pues tenéis toda la razón.
El jueves me caí con todo el equipo. Y de la forma más triste.
Quedé con la brasileira. Bebimos unas cañitas por la Latina y nos reimos batante. Después nos acercamos a un bar de Lavapiés, el "Chiscón" a tomar unos cachis de cerveza. Había mucha compenetración y enseguida empezó el tonteo.
Iba un poquito pedete y cuando la cosa se puso caliente empezaron los besitos y el "ji, ji, ji". Acabamos en una fuente a la trasera del Reina Sofía. Ella subida sobre mi y yo, magreándola. Vaya tren de mujer, qué besos y qué pasión. Me estaba volviendo loco. Yo todo el rato pensando en la apuesta, pero dejándome llevar.
Empezó a hacerme lo que llamo "la batidora". Movimientos pélvicos sobre mi pene con pantalones puestos y todo. Ahí decidí pararlo y entre que dije: "esta boca es mía", no sé que me hizo que me corrí en los vaqueros. Me levanté mierda, mierda, mierda... la tía flipando, yo joder, joder, joder... ella se empezó a reir y a decirme que qué pronto, que cómo es posible que me corra sólo con eso.
Se lo expliqué y se descojonó. Se acercó a mi y me dio un beso como jamás nadie me dió. Dijo que era lo más imprevisible y friki que le había pasado jamás. Se vino a dormir a casa, se acaba de marchar ahora mismo. Tres días en cama, pidiendo pizza, follando sin parar, viendo pelis y abrazándonos mucho.
La acabo de dejar. Le he preguntado si podemos quedar otro día y me ha dicho que no. Que ha estado muy bien así, que se lo ha pasado genial y ha sido una aventura en toda regla. De las buenas. Lo he comprendido perfectamente. Ha sido muy sensual y muy bonito.
Tenías razón en que no se podía aguantar. La castidad es mala, muy mala. Imagino que tiene que ser un acto de fe y que alguien que ama y disfruta el sexo no puede renunciar a la cuestión.
Me da pena que esta aventura se termine. Me estaba gustando la experiencia, escribir cosas y tal. Siento también haberos defraudado, pero...¡es que teniais toda la razón del mundo!
Un abrazo muy grande a todos y gracias por compartir conmigo estos poquitos días.
Y aunque no vuelva a ver a la brasileira, no voy a volver a intentar esta apuesta otra vez. Se que no lo conseguiré. Ahora a volver a mi blog personal donde jamás nadie supo de esta aventura y dónde seré el que siempre fui.
Gracias de corazón por perder un poquito de vuestro tiempo conmigo. Y por los ánimos. Sois unos soletes. Y un abrazo fuerte a Noche, a unosiemule y al que navega. Pasadlo bien, compañeros y a follar, que son dos días.
El jueves me caí con todo el equipo. Y de la forma más triste.
Quedé con la brasileira. Bebimos unas cañitas por la Latina y nos reimos batante. Después nos acercamos a un bar de Lavapiés, el "Chiscón" a tomar unos cachis de cerveza. Había mucha compenetración y enseguida empezó el tonteo.
Iba un poquito pedete y cuando la cosa se puso caliente empezaron los besitos y el "ji, ji, ji". Acabamos en una fuente a la trasera del Reina Sofía. Ella subida sobre mi y yo, magreándola. Vaya tren de mujer, qué besos y qué pasión. Me estaba volviendo loco. Yo todo el rato pensando en la apuesta, pero dejándome llevar.
Empezó a hacerme lo que llamo "la batidora". Movimientos pélvicos sobre mi pene con pantalones puestos y todo. Ahí decidí pararlo y entre que dije: "esta boca es mía", no sé que me hizo que me corrí en los vaqueros. Me levanté mierda, mierda, mierda... la tía flipando, yo joder, joder, joder... ella se empezó a reir y a decirme que qué pronto, que cómo es posible que me corra sólo con eso.
Se lo expliqué y se descojonó. Se acercó a mi y me dio un beso como jamás nadie me dió. Dijo que era lo más imprevisible y friki que le había pasado jamás. Se vino a dormir a casa, se acaba de marchar ahora mismo. Tres días en cama, pidiendo pizza, follando sin parar, viendo pelis y abrazándonos mucho.
La acabo de dejar. Le he preguntado si podemos quedar otro día y me ha dicho que no. Que ha estado muy bien así, que se lo ha pasado genial y ha sido una aventura en toda regla. De las buenas. Lo he comprendido perfectamente. Ha sido muy sensual y muy bonito.
Tenías razón en que no se podía aguantar. La castidad es mala, muy mala. Imagino que tiene que ser un acto de fe y que alguien que ama y disfruta el sexo no puede renunciar a la cuestión.
Me da pena que esta aventura se termine. Me estaba gustando la experiencia, escribir cosas y tal. Siento también haberos defraudado, pero...¡es que teniais toda la razón del mundo!
Un abrazo muy grande a todos y gracias por compartir conmigo estos poquitos días.
Y aunque no vuelva a ver a la brasileira, no voy a volver a intentar esta apuesta otra vez. Se que no lo conseguiré. Ahora a volver a mi blog personal donde jamás nadie supo de esta aventura y dónde seré el que siempre fui.
Gracias de corazón por perder un poquito de vuestro tiempo conmigo. Y por los ánimos. Sois unos soletes. Y un abrazo fuerte a Noche, a unosiemule y al que navega. Pasadlo bien, compañeros y a follar, que son dos días.